Valores que me acompañan
Confianza, conocimiento y convicción
Podemos interpretarla como “el acto de una victoria total” o “una conquista interior plena”, lo que nos guía a su significado más profundo: una creencia o principio tan firmemente arraigado que ha superado cualquier duda interna.
Cuando hablo de convicción, me refiero a esa fuerza interior llamada 'convictio', la victoria completa sobre la duda. Un magistrado debe tener esta 'victoria interior' para resistir presiones externas, certeza fundamentada en el conocimiento profundo de la ley y en valores inamovibles de justicia. En estos tiempos de cambio para nuestro sistema judicial, necesitamos servidores públicos que no sólo conozcan la ley, sino que tengan la convicción para defenderla cuando sea difícil hacerlo. Esa firmeza interior es lo que ofrezco: decisiones basadas no en el poder o la popularidad, sino en la convicción genuina de lo que es justo.
Una anécdota sobre confianza, conocimiento y convicción
Notamos la desesperanza en sus ojos, dedicaba su vida a su hijo con discapacidad” pero por problemas con el SAT perdió su tranquilidad, esa que no tiene precio, y que la autoridad ahora le arrebataba con un crédito fiscal de más de 200 millones de pesos, sin conocer ni imaginar el adeudo. Además de la desesperanza, vimos también algo más: “la certeza de que tenía razón.” Hablo en plural porque siempre he trabajado en equipo. Cuando nos buscó en la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, en lugar de darle una respuesta rápida, nos sentamos con ella para revisar la situación y echar a andar la estrategia para defensa de sus derechos frente a las violaciones advertidas. El conocimiento del derecho fiscal y administrativo, pero también la sensibilidad humana nos permitió descubrir que se trataba de un robo de identidad que más tarde quedó demostrado, si bien no fue fácil, lo relevante del caso, fue la confianza de la señora, el conocimiento del asunto, la conciencia de las implicaciones y además, la colaboración y coadyuvancia de las autoridades fiscales involucradas, que ante el caudal probatorio, testimonios y hoja de vida de la persona, existió convicción en que efectivamente se trataba de un error, pues las cuentas bancarias abiertas a su nombre, había sido abiertas a través de una identificación oficial apócrifa. Finalmente, el problema se resolvió en favor de la señora, no sólo se aclaró su situación fiscal, si no que recobró su identidad personal y esa tranquilidad de vida que no tiene precio. El día que recibió la noticia la Señora, por fin pudo estar en paz dedicar en cuerpo y alma su tiempo al cuidado de su hijo, por lo que además regresó a casa la tranquilidad familiar.
El deporte como forjador de carácter judicial
Velocistas tapatías ganan en juegos deportivos nacionales
Mi camino hacia la justicia comenzó en las pistas de atletismo, donde aprendí que la excelencia no depende solo del talento, sino de la disciplina y el esfuerzo constante. El deporte me enseñó que el verdadero progreso no tiene atajos y que la fortaleza mental es esencial para superar desafíos.
Las reglas, lejos de ser obstáculos, garantizan un juego limpio, una lección que hoy guía mi compromiso con la certeza jurídica y la independencia de criterio. Así como en el deporte, la confianza se construye con resultados consistentes, no con promesas.
Mi preparación como atleta de alto rendimiento me dotó de claridad bajo presión y me recordó que la excelencia exige un esfuerzo extraordinario. Esa misma disciplina es la que prometo como magistrada: dedicación incansable para un sistema de justicia efectivo, accesible y humano. Porque tanto en el deporte como en la justicia, lo que realmente importa no es el aplauso, sino la integridad con la que se recorre el camino.
